lunes, 16 de julio de 2007

31 Minutos es producto del talento, no de los recursos

Por Juan José Olivares

31 Minutos es un programa para niños... hasta de 90 años. Es un noticiario que ha cautivado por su humor inteligente. Con sus reportajes, historias y situaciones chuscas, los adultos evocan su infancia. Ha cruzado las fronteras de Chile -donde fue concebido por dos periodistas: Pedro Peirano y Alvaro Díaz- para posicionarse como una de las emisiones infantiles más reconocidas en el continente.
Con títeres, hechos en su mayoría con lo más precario (calcetines, botones, trapos y cosas recicladas), se dan noticias y se presentan extraordinarias canciones de cuestiones cotidianas de los niños, pero que a los adultos les llegan, por ser parte de su pasado e imaginería. En México comenzó a transmitirse por el canal de paga Nickelodeon, pero, debido a su éxito, Canal 11 lo tiene al aire desde hace unos meses, y ha llegado a un elevado raiting.

Ahora, so pretexto de la edición del disco (editado por EMI Music) de las piezas musicales que se presentan en el programa, los creadores Pedro y Alvaro, desde Santiago, vía telefónica, comentan a La Jornada que 31 Minutos será ahora una película con el mismo formato de la emisión y con los mismos personajes. Se estrenará en Chile a finales de este año y en México el año próximo.
Los productores explican el origen de 31 Minutos: "Partimos de querer hacer un programa infantil y nos impusimos hacer algo que nos gustara a nosotros, algo que nos hubiera gustado ver de niños. Siempre habíamos hecho periodismo televisivo y documentales, y en un concurso de la televisión del Estado para hacer programas infantiles, inventamos esto, porque era el medio que conocíamos. Decidimos que en vez de humanos aparecieran títeres, los personajes fueron cobrando vida".
Dan noticias valiéndose de algo lúdico como los títeres. Pero ¿cómo ven el periodismo que se hace en televisión?
Dicen: "Podemos hablar sólo de Chile, donde ahora se ha dado mucho el periodismo de denuncia, pero aquella que hace atrapar a peces pequeños, no a peces gordos, un periodismo centrado sólo en llamar la atención".

martes, 10 de julio de 2007

La TV cultural a la deriva


Por Carmen García Bermejo.
Como la última reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión postergó la transformación de los medios de comunicación del gobierno, como los canales de televisión 11 y 22, en verdaderos medios de Estado de servicio público, éstos operan según el criterio del funcionario en turno. Esa falta de normas también los restringe a hacer cambios sólo en pantalla.

Aunque en algunos aspectos muestran avances y en foros internacionales han obtenido reconocimientos por ciertos programas, los canales de televisión abierta 11 y 22 permanecen como medios de gobierno al servicio del partido, del gobernante, del presidente o del jefe en turno.
Cada sexenio, el nuevo funcionario reinventa los proyectos que le permitirán imprimirle su “sello” al canal para lanzar “la mejor imagen” en pantalla. Su actual estructura no les otorga autonomía para funcionar como medios de Estado de servicio público.

La oportunidad para que estas emisoras contaran con personalidad jurídica propia la canceló, primero, el gobierno panista de Vicente Fox en 2002 con un decreto que sólo favoreció a la televisión privada y, después, buena parte de los legisladores del Congreso de la Unión al aprobar, en 2006, las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, mejor conocida como la Ley Televisa, cuyos principales artículos a favor del duopolio televisivo ya fueron invalidados por la Suprema Corte de Justicia.

Tanto el gobierno federal, como la mayoría de los legisladores condenaron a estas emisoras a seguir funcionando como medios del gobierno cuyo engranaje gira de acuerdo con la noción del régimen en turno.
El manejo gubernamental que se hace con estos medios se pudo percibir con el reciente cambio del sexenio foxista, al sexenio calderonista. Por ejemplo, de diciembre de 2006 a marzo de este año en el Canal 22 no se hizo ninguna producción. Lo único que estaba al día, por obvias razones, eran los dos noticieros: Ventana 22 y Espacio Alterno, ambos se grababan en el foro pequeño porque el grande fue rentado --durante tres meses-- a TV Azteca para el rodaje de su nuevo reality show. Es por eso que en los programas realizados por el canal aparecía la leyenda “este programa es grabado” y en el caso de las series adquiridas, el televidente las podía observar una y otra vez hasta el cansancio, como fue el caso de Napoleón y Los miserables.

En tanto, en el Canal Once del IPN la programación seguía su rumbo, pero cualquier contrato estaba suspendido hasta que fuera designado o ratificado el director del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Una vez ratificado, éste dejó en su cargo a Julio Di-Bella para continuar seis años más al frente del Once TV. En estos canales de televisión, los planes se diseñan a modo. Mientras que con el régimen priista, Alejandra Lajous (quien dirigió esta emisora de 1991 a 1994 y de 1995 al 2000) quería convertir al Canal Once en una televisora que “sirva para enaltecer la vida humana, la vida social y reafirmar la fortaleza de nuestra identidad nacional", en el régimen panista el sueño de Julio Di-Bella es convertirla “en una opción televisiva mucho más contemporánea, dinámica, vivaz, lúdica, atrevida, mediante la exploración de nuevos géneros y formatos en sus contenidos”. Cada funcionario diseña el canal a su idea, incluso Di-Bella habla de nuevos géneros y formatos, pero algunos programas son criticados por copiar los saturados modelos de la televisión comercial, como son los reality show.

En el Canal 22 las cosas no son distintas. Durante los ocho años de José María Pérez Gay al frente de esta emisora (1993-2000), los amigos del director en turno eran quienes tenían los programas “estelares” y, así, quedó atrás el proyecto original de ser una ventana donde la producción de audiovisual independiente tuviera salida. Al arribar los “panistas del cambio” al poder, Enrique Strauss fue designado director y el Canal 22, nuevamente, fue reinventado. Al principio, este funcionario manifestó continuar con lineamientos de su exjefe Pérez Gay pero, después, dio a conocer “el nuevo perfil” que implicaba incrementar la producción propia, coproducciones con cadenas internacionales, nuevas series y una programación variada, aunque también más cercanas a la televisión comercial, con la idea de que esta televisora captara mayor audiencia.

miércoles, 4 de julio de 2007

Anuncian múltiples actividades culturales en el DF por el centenario de Kahlo

Para conmemorar el centenario de Frida Kahlo (1907-2007), la Secretaría de Cultura del Distrito Federal realizará a lo largo de este año una serie de actividades, entre las que figuran las exposiciones fotográficas Homenaje a Diego y Frida y Nunca te olvidaré.
Asimismo, se proyectará el cortometraje Diego y Frida, una apasionada travesía.
Como parte del homenaje a la notable artista mexicana, la actriz Ofelia Medina presentará su obra Cada quien su Frida, el 14 y 15 de julio en el Teatro de la Ciudad.


''Gracias a la fuerza de Frida y al árbol de la esperanza, hay mujeres que luchan y cada día estamos más en eso. Creemos en el arte como una manera de sanar el alma cuando uno trata de decir la verdad" Ofelia Medina